Este 28 de Julio celebramos nuestro Bicentenario de la República. En estos 200 años de historia republicana hemos pasado muchos eventos que han ido perfilando lo que hoy somos como país: Una nación en proceso de construcción. Hace algunos años atrás, nadie imaginó que el esperado evento del Bicentenario de la República fuera recibido en medio de una profunda crisis política, sanitaria, económica y social, sin precedentes en la historia reciente del país.
Nuestra historia reciente ha estado marcada por crisis de diversas índoles y magnitudes: Dictaduras militares y reformas fallidas entre los 60 y 70; retorno a la democracia, pero con estallido de proyectos violentistas, así como profundas crisis económicas vividas en los 80; proyectos autoritarios que provocaron crisis de corrupción en las más altas esferas políticas en los 90; boom del crecimiento económico acompañado de reformas de estado inconclusas, pero sin inclusión social en los años 2000; crecimiento moderado de la economía, acompañada de la corrupción del más alto nivel de gobierno y profundización de la crisis política con impactos nocivos a la gobernabilidad del país en la década del 2010; y, recientemente la pandemia de la Covid-19 y realización de una de las elecciones generales más polarizadas para elegir al Presidente del Bicentenario.
No es lo que esperábamos para nuestro Bicentenario, un tiempo para resaltar los logros, reafirmar nuestra identidad y trazar la ruta que nos permita continuar por la senda del desarrollo. Sin embargo, en este Bicentenario tenemos que rememorar a los cerca de 200 mil peruanos que no nos acompañan a consecuencia de la pandemia; culminar el proceso de vacunación como una forma de conmemorar a los que nos dejaron; reactivar el empleo de manera particular en las micro y pequeñas empresas; reactivar la macro economía, así como la economía familiar; reactivar el agro, de manera especial la pequeña agricultura o la agricultura familiar: reactivar el turismo y toda la red de servicios alrededor de ello; y, fortalecer la institucionalidad democrática y la participación ciudadana, entre otros.
A pesar de las crisis, tenemos mucho que celebrar en medio de los desafíos por delante. Como país hemos sido capaces de superar todas las crisis previas con unidad frente a las dictaduras, la violencia política y la corrupción. La historia reciente evidencia que la unidad de todos los peruanos se constituye en un poderoso factor para enfrentar las crisis. Si bien, salimos de un proceso electoral que ha polarizado al país, enfrentar y derrotar la pandemia nos puede permitir superar nuestras fricciones y encontrarnos nuevamente para seguir construyendo nación. El Gobierno del Presidente Pedro Castillo debe optar por priorizar los temas que generan consenso y dejar para un segundo momento aquellos que generan controversia. De esta manera se recuperará la tan ansiada paz social y se podrán convocar voluntades para sacar al país de esta crisis.
En este inicio del Bicentenario saludamos a todos los peruanos y peruanas del país; al nuevo gobierno del Presidente Castillo; a las familias peruanas que hacen de todo por darles prosperidad para sus hijos; al personal sanitario que ofrendó sus vidas enfrentando la pandemia y que aún sigue trabajando sin descanso para vacunar a todos los peruanos y peruanas; a los miembros de las fuerzas policiales y armadas por mantener el orden en medio de la pandemia y las elecciones; a los funcionarios públicos que trabajan con honestidad y denuedo por sacar adelante al Estado; a las iglesias que nos permiten mantener la fe y esperanza en el país y en el futuro; a los trabajadores municipales, al serenazgo y personal de limpieza sin los cuales no sería posible tener una ciudad ordenada y hermosa. A todos los peruanos y peruanas de buen corazón los invocamos a la unidad, la cual hará posible continuar construyendo una nación para todos, sin excluir a nadie. ¡Feliz Bicentenario Perú!
Raúl Díaz Pérez